Dios confía en ti mujer para alcanzar su propósito sobre la tierra
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Efesios 2:10 Hoy quiero hacer un énfasis en ti mujer. Tú, por siglos, has sido el tema de muchos cuestionamientos, culturas, tradiciones, religiones han creado creencias de quién eres, y argumentos de si fuiste la culpable de todas las tragedias humanas desde el jardín del Edén. La realidad es que hoy deseo que entiendas lo que la Palabra nos habla, pues Dios no hace diferencia si eres hombre o mujer para hablarte a ti y a mí. Es importante que podamos entender el origen y la razón de la Palabra. A través de las escrituras aprendemos que Dios nos da vida abundante y por medio de su Espíritu se revela esta Verdad. Si eres alguien que estás anclado en su Palabra entiendes perfectamente a lo que me refiero, pero si no, permíteme explicarte de forma muy fácil. De acuerdo con el evangelio de Juan, Jesús es la Palabra en acción, o sea el Verbo. Leamos juntos Juan 1:1-4 NTV “En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. El que es la Palabra existía en el principio con Dios. Dios creó todas las cosas por medio de él, y nada fue creado sin él. La Palabra le dio vida a todo lo creado y su vida trajo luz a todos.” ¿Quién existía en el principio? El Padre y el Hijo. El Padre habló palabras de vida y el hijo creó todo de lo invisible a lo visible. ¿Y dónde estaba el Espíritu? Génesis 1: 1-2 RVR1960 “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” Conociendo esta Verdad, esta escritura que arriba cito, escrita por el Apóstol Pablo para la Iglesia en Efesios va a tomar una realidad mayor para ti y para mí. Pablo, escribía a los creyentes que creían y testificaban de la grandeza de su Señor y Salvador: Jesucristo. Estos creyentes tenían que convivir en medio de una ciudad plagada por dioses paganos y una cultura que endiosaba al hombre y los llevaba a vivir una vida desenfrenada. ¿No creen que se parece al ambiente en que hoy tú y yo tenemos que enfrentar? Yo diría que sí y los retos delante de nosotras las mujeres son inmensos. Lo primero que te exhorto es para que comprendas que Dios mismo te formó y desde ese momento puso en ti todo lo que ibas a necesitar para que su propósito se cumpliera a través del tiempo que vivas sobre esta tierra. Todos los días tomamos decisiones pequeñas y otras de gran consecuencia. Quiero exhortarte a que te sumerjas en su Palabra, que aprendas quien dice Dios que tú eres. Que entiendas el gran amor que Dios tiene por ti y cómo él murió en la cruz para que hoy tuvieras acceso a la vida abundante que él te ofrece. Mujeres que vivieron en tiempos pasados y cambiaron su presente y su futuro. Un ejemplo que pienso encaja con lo que te estoy compartiendo es una mujer que vivía en la muralla de Jericó. Su nombre era Rahab y su profesión era la prostitución. Ella tomó la decisión de creer en el Dios de Israel y su verdad. El resultado de esta decisión cambió completamente la realidad de su generación y su descendencia. Esto la convirtió en la tatarabuela del que se convertiría en el segundo rey de Israel: David. De la casa de David, llegó Jesús, el Mesías siglos después para que se cumplieran las profecías. Dios desea que nosotras las mujeres seamos capaces de vivir vidas llenas de Él. Quizás no tuviste el mejor ejemplo de tus padres mientras crecías. Te faltó la disciplina, el afecto, la enseñanza de entender que todo lo que se siembra con nuestras decisiones tiene una cosecha de bien o de mal. Sin embargo, hoy ya eres una persona adulta y Dios desea que seas tú, unida a Él que tomes las riendas de tu vida y la de los tuyos. Tomada de su mano, serás capaz de vencer todo lo que te confronta. Dios está esperando que tú, mujer, sepas que eres hechura suya. O sea, él te formó y puso en ti todo lo que necesitas para vivir una vida exitosa en Cristo Jesús. Con él serás la mujer llena de virtudes que la Biblia declara. Serás exaltada por los tuyos, pues tus frutos en Cristo darán testimonio de quién eres y a quien representas. Padre oro para que nadie tome el camino de rendirse, sino todo lo contrario que te veamos a ti en todo lo que hacemos y que lo hagamos absolutamente por amor a tu Nombre. Que, en nuestras imperfecciones, tú nos fortalezcas. Que, en nuestras inseguridades, tu Palabra nos hable por medio de tu Santo Espíritu. Que, nos veamos en el espejo de tu Palabra y que tu gracia nos adorne para así alcanzar todo lo que tú has separado para nosotras y nuestra generación y descendencia en el Nombre de Jesús. Escrituras recomendadas: Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz. Hebreos 11:31 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, esa será alabada. Proverbios 31:30 Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 2 Corintios 3:16-17 |